Ciudades del Futuro

Por: Luis Manuel Faviani
Director comercial Servinformación

¿Cómo se imagina una ciudad del futuro?

Cuando alguien hace esta pregunta, casi siempre, tenemos dos patrones de respuesta. Una idealista, calles limpias, carros voladores, hoteles en Marte y robots que hacen todo el trabajo. La otra distópica, ciudades en guerra, pobreza, inseguridad y congestión vehicular. Ante este panorama, lo cierto es que actualmente muchas ciudades como Bogotá, Londres, Tokio, Delhi, Nueva york, São Paulo, entre otras, enfrentan grandes desafíos debido a problemas como incertidumbre social, depresión económica, sobrepoblación, y contaminación ambiental. Retos en los cuales trabaja la sociedad para superarlos.


Ahora bien, ¿ha escuchado hablar de términos como el internet de las cosas, georreferenciación, cloud, android, código abierto, geolocalización, big data, entre otros?

Probablemente sí. Para empezar, el internet de las cosas o OIT es un sistema interrelacionado de objetos como celulares, carros, sensores, electrodomésticos y dispositivos médicos, que pueden transferir múltiples datos (temperatura, ubicación, movimientos, etc.) sobre una red (Celular, Wifi, SigFox, Lora). Al haber millones de dispositivos conectados a, se está generando una cantidad impensable de información (PetaBytes), la cual representan un potencial de analizarse y referenciar geográficamente, lo que nos lleva a hablar de BigData.

En este sentido, ¿Qué relación puede haber entre las ciudades y el internet de las cosas?

Hace 20 años, no se imaginaba que desde un dispositivo tecnológico fuera posible denunciar incidentes, realizar compras a restaurantes y supermercados, pedir un taxi, jugar con personas de otros países y crear piel humana totalmente funcional para el uso en trasplantes. Sin embargo, hoy en día somos testigos de esto, actividades posibles gracias a inventos como los robots, los electrodomésticos y los celulares inteligentes, las impresoras 3D, los drones, entre otros, han revolucionado la forma de entender las urbes.

Todos los avances tecnológicos y como estos están conectados a internet ha cambiado el modo de trabajo de las organizaciones y la forma en que nos comunicamos. El internet ha impactado en todos los sistemas: educación, gobierno, religión. 

Esta transformación en que lo tecnológico está al alcance de la mano, ha cambiado el paradigma en que nos imaginamos las ciudades del futuro como un periodo inalcanzable.

Las sociedades están integradas por habitantes, iglesias, colegios, universidades, empresas, parques, calles, semáforos, hospitales, gobierno, medios de comunicación, animales, construcciones, etc. Todas estas agrupaciones transforman las ciudades en espacios inteligentes, lugares que se apoyan del internet para mejorar las dinámicas propias de cada región.

Actualmente, grandes ciudades como Bogotá ya cuentan con aplicaciones móviles donde es posible denunciar incidentes como robos, actos violentos y microtráfico. Estas herramientas están conectadas directamente con la autoridad competente quién accionará sus alertas y medidas pertinentes. Así mismo, existen aplicaciones que permiten obtener mejor recaudo de la ciudad, socializar información a la población acerca de cómo se están desarrollando las obras, proyectos y mantenimientos de la ciudad, realizar seguimiento a los planes de desarrollo de las secretarias de gobierno; calcular la velocidad y el peso; ver restaurantes más cercanos, chatear con personas desde diferentes lugares, entre otros.

En conclusión, las ciudades del futuro están más cerca que nunca, estas usan el poder de los avances tecnológicos y específicamente están apalancadas al internet de las cosas para resolver los obstáculos del presente y el futuro a través de las telecomunicaciones e internet. Para lograr vencer estos desafíos, las urbes necesitan del trabajo colaborativo de los ciudadanos y los gobernantes. Este tipo de lugares, utilizan todos los dispositivos conectados a internet para transformarlos en ciudades inteligentes, para ello se debe sacar máximo provecho a cada herramienta y ponerla al servicio de la sociedad. Un lugar futurista no puede concebirse sin el uso de la tecnología y esta necesita de un trabajo mancomunado.

El futuro como lo pensábamos lo estamos viviendo hoy y los cambios tecnológicos de los próximos 5 años pueden ser más importantes que los de los últimos 20 años.